El deterioro cognitivo en el adulto mayor limita el desarrollo social y capacidad funcional afectando de esta forma su calidad de vida dada la alteración en la capacidad de realizar actividades básicas, instrumentales y avanzadas de la vida diaria, lo que puede verse acelerado por un establecimiento temprano de la hipertensión arterial, un mal control de esta y en algunos casos eventos cerebrovasculares asociados a la enfermedad. Con el presente trabajo se buscó establecer la prevalencia de síntomas de Deterioro Cognitivo en pacientes Adultos Mayores con antecedente de Hipertensión Arterial de un programa de Riesgo Cardiovascular por medio de un estudio descriptivo, transversal y retrospectivo aplicando el test MMSE a la población objetivo encontrando ligero predominio masculino (53,8%), con un puntaje MMSE de 30 puntos (RIC 25-32), y un 17,2% de discreto déficit cognitivo, 13,6% de deterioro cognitivo leve (n=23) y 5,3% de deterioro cognitivo moderado lo cual evidencia que el deterioro cognitivo es un evento presente en la población adulta mayor hipertensa, con una prevalencia menor o igual al 20% resaltando la importancia de que la asistencia y adherencia a los programas de riesgo cardiovascular proporcionan beneficios en el control de las cifras tensionales y por ende también controlan la prevalencia del deterioro cognitivo probablemente disminuyéndola y favoreciendo el estado de salud del adulto mayor hipertenso.
Cognitive impairment in older adults limits social development and functional capacity, affecting their quality of life given the alteration in the ability to perfom basic, instrumental and advanced activities of daily living, wich can be accelerated by early establishment of Arterial Hypertension, poor control of disease and in some cases cerebrovascular events associated with disease. The present work sought to establish the prevalence of symptoms of Cognitive Impairment in older adults patients with a history of Arterial Hypertension in a Cardiovascular Risk program through a descriptive, cross-sectional and retrospective study applying the MMSE test to the target population, finding a slight predominance male (53.8%) with an MMSE score of 30 points (IQR 25-32) and 17.2% of mild cognitive impairment, 13.6% of low cognitive impairment and 5.3% of moderate cognitive impairment wich shows that cognitive impairment is a present event in the elderly hypertensive adult population, with a prevalence less than or equal to 20%, highlighting the importance that attendance and adherence to cardiovascular risk programs provide benefits in the control of blood pressure levels and therefore also control the prevalence of cognitive deterioration, probably reducing it and favoring the health status of the hypertensive older adult.